El ultrasonido es una forma segura e indolora de utilizar ondas sonoras para observar partes de la anatomía humana. La tecnología funciona según un principio similar al utilizado en el sonar, que ayuda a los submarinos a navegar, y en la ecolocalización, que permite a los murciélagos ver su entorno incluso en noches sin luna. El ultrasonido tiene muchas aplicaciones, desde el diagnóstico de lesiones como desgarros musculares y afecciones crónicas, incluida la artritis reumatoide, hasta guiar a los cuidadores a través de procedimientos diagnósticos y terapéuticos. No se necesita radiación ni agente de contraste inyectable.
«La ecografía musculoesquelética permite a los médicos ver, en alta resolución, los músculos, tendones, ligamentos, nervios y articulaciones de una persona», dice Risa H. Kent, MD, radióloga de Yale Medicine. La ecografía musculoesquelética puede ayudar a diagnosticar una variedad de lesiones y afecciones crónicas, que incluyen tendinitis, bursitis, síndrome del túnel carpiano, desgarros del manguito rotador, problemas articulares y masas como tumores o quistes.